La cosecha ha comenzado en nuestros huertos de fruta de hueso. En este momento, la fruta es un poco más pequeña de lo normal debido a la disminución de la cantidad de tiempo entre la floración y la cosecha, y el tiempo es un poco por delante del año pasado.
Hace calor! La semana pasada llovió y las temperaturas máximas rondaron los 72°, esta semana se prevé un calor récord de 109°. A las uvas y a la fruta de hueso no les gusta este calor más que a las personas. En la fruta de hueso, el calor extremo ralentiza todo y detiene el crecimiento, causando algunos daños por el calor en la fruta, especialmente en las ciruelas de color oscuro. En las uvas de mesa, cualquier grano expuesto que no esté cubierto por el follaje se quemará.
Hace unos meses, aumentamos la eficiencia y eliminamos la necesidad de escaleras utilizando plataformas en nuestros huertos de frutales de hueso de alta densidad. Desde entonces, hemos empezado a experimentar acoplando una luz artificial al mismo equipo para realizar el "aclareo nocturno". Comenzando antes de que salga el sol, los equipos pueden terminar este proceso crucial en las frescas horas de la mañana. En el futuro, modificaremos nuestra recolección haciendo la transición de este proceso a la cosecha, lo que dará como resultado un producto óptimo al eliminar el calor de la tarde. Se trata de una operación eficiente que beneficia a los trabajadores y al producto al eliminar el calor del verano.
Estamos moviendo el alambre de rastrillo en nuestros viñedos de uva de mesa. Este proceso abre un alambre en el centro de la espaldera que ayuda a guiar y y organizar los sarmientos y su crecimiento para que se ajusten a la forma de V de la espaldera. de la espaldera. El uso del alambre de rastrillo tiene múltiples beneficios. Ayuda a que todos los racimos queden en la "zona de fructificación" debajo de la espaldera, lo que hace que el mantenimiento y la cosecha sean más eficientes. Se permite que la luz del sol llegue a la parte inferior de las cañas, lo que contribuye a la fructificación de la cosecha del año siguiente. Se forma una bolsa para que el aire fluya y salga, reduciendo las posibilidades de que la humedad quede atrapada bajo el dosel.